
Durante
años, varios estados vecinos, donantes afectados, otros estados y las partes
involucradas han intentado alcanzar la paz. En el 2002, las partes involucradas
en el conflicto firmaron el Protocolo de Machakos, por el que se alcanzaron
acuerdos concretos y se establecieron los principios de gobernanza, así como el
derecho a la libre determinación para la población de Sudán del Sur. Ambas
partes acordaron continuar con el diálogo sobre temas pendientes como la
distribución del poder y de la riqueza, los derechos humanos y la cesación del
fuego.
El
9 de enero de 2005 tuvo lugar un acontecimiento decisivo para la historia del
Sudán: el Gobierno del Sudán y el SPLM/A firmaron el Acuerdo General de Paz en
Nairobi. Este pacto incluía acuerdos sobre asuntos pendientes en el Protocolo
de Machakos, y disposiciones relativas a medidas de seguridad, distribución del
poder en la capital, autonomía para el sur y una distribución más equitativa de
los recursos económicos.
De
acuerdo a lo anterior, se considera a la UNMIS como una operación de
mantenimiento de paz, puesto que su mandato se articuló para proporcionar
seguridad y apoyar en la consolidación de una paz política en una etapa
inicial. Estas operaciones como se ha mencionado, contribuyen a resolver
conflictos entre países hostiles o comunidades hostiles dentro de un mismo
país, en esta ocasión en Sudán.

En
el caso de la UNMIS, se establecieron dichas condiciones en el Protocolo de
Machakos y el Acuerdo General de Paz, después de varias negociaciones entre las
partes involucradas en el conflicto. Fue una operación imparcial, su principal
función consistía en ejercer presión para hacer cumplir el mandato asignado por
el Consejo de Seguridad, sin tomar parte como tal en el conflicto. Y vemos
plasmado sus principios en las operaciones de desarme y desmovilización realizadas
a los ex sublevados, las milicias y algunos civiles.
Esto
se evidencia a través de las palabras de Susana Malcorra (Secretaria General
Adjunta del Departamento de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno), durante
una visita al Sudán en Julio del 2011, quien elogió a la misión, expresando:
“Creo que se ha
realizado un trabajo increíble en el proceso de desarme, desmovilización y
reintegración, tratando de asegurar que se limpiaban de minas importantes
extensiones del territorio, y también en todas las tareas encomendadas por el
Consejo de Seguridad; y lo que es más importante: en alcanzar el compromiso con
los sudaneses para la construcción de un lugar mejor donde pueda lograrse la
paz”.[1]
El
9 julio de 2011, el Consejo de Seguridad creó la Misión de Asistencia de las
Naciones Unidas en la República de Sudán del Sur (UNMISS) por un periodo
inicial de un año. Cabe resaltar que las misiones reciben nombres nuevos, una
vez que completen su mandato y empiezan a trabajar con nuevos objetivos.
Es
claro que los Estados fueron conscientes de que muchos de los problemas
políticos, económicos y sociales ya no podían ser resueltos por sus marcos
jurídicos. Por esta razón, detectaron que la solución se hallaba en la
cooperación entre ellos, dándole paso a la creación de mecanismos
institucionales, destinados a alcanzar objetivos comunes como lo son los
organismos internacionales. Originarios de la igualdad soberana de los Estados,
que son sus miembros, respondiendo a la necesidad de enfrentar de forma
permanente y consistente las amenazas y desafíos que acarrea el mundo
globalizado. Es por esto que actualmente, los organismos internacionales como
la ONU, constituyen el signo de identidad más característico y significativo de
la sociedad internacional contemporánea.
[1]
Extraído el 25 de Abril de 2012 de http://www.un.org/es/peacekeeping/missions/unmis/background.shtml